El tenis mexicano hoy es testigo del inicio de una prometedora carrera como entrenador con Bruno Echagaray, quien tuvo que salir al extranjero a buscar oportunidades para triunfar y que hoy lo colocan como el gran artífice del resurgir de la canadiense Rebecca Marino.
“La clave de muchos entrenadores es saber adaptarse, más que de imponer une sitio propio, es poder apartarse a las necesidades de cada jugador”, Bruno Echagaray.
Hablar de tenis usualmente se traduce en nombres de jugadores o torneos, pero poco se habla de una de las ramas más importantes del deporte blanco, sus entrenadores. En esta ocasión en el marco del Abierto Tampico, La Platea pudo platicar con Bruno Echagaray. Uno de los tenistas más icónicos de nuestro país a inicio de los dos mil y que hoy ve como su prometedora carrera como entrenador comienza a tomar forma.
Nacido en la Ciudad de México en 1983, Echagaray alcanzó el escalafón no.156 como su mejor posición en el ranking, además de haber conquistado un título Challenger en León, Gto en 2008. Siendo el último mexicano en haber jugador el cuadro principal del US Open, en 2009; hito que le trae recuerdos agridulces. ”Fue algo muy bonito, la verdad. Me quedo con sentimientos encontrados porque fue el primero de main draw y el último también. El año siguiente me operé la espalda y ya no pude ni siquiera jugar la qualy.”
Tras haber puesto fin a su carrera en 2009, por la lesión menciona. El extenista mexicano emprendió una carrera como entrenador, que hoy ya suma un recorrido de 14 años. Colocándolo como uno de los entrenadores emergentes del circuito de la WTA, con Rebecca Marino bajo su cargo.
Con la llegada del capitalino al banquillo de Marino hace cuatro meses, la mancuerna que había comenzado un periodo de prueba de seis semanas, de inmediato encontró la formula en su torneo debut, Washington. Resultados que les aseguró un proyecto a largo plazo.
“Esa semana le ganó a Venus Williams y en segunda ronda venció a Andrea Petkovic. La verdad es que eso nos ayudó mucho a para solidificar esa etapa de prueba. Más o menos a la mitad de la gira acordamos, que en teoría, duraba hasta el US Open. Creo que hoy estamos bien apalabrados para el próximo año también”, Comentó Echagaray sobre los inicios con su jugadora.
Pero no todo nuevo vínculo juagadora-enterandor arranca de esta manera. Siempre hay una presión extra en ambas partes para que los resultados sean casi inmediatos. Por lo que el entrenador mexicano ve como la llave del tempranero resultado, el trabajar el aspecto mental y técnico en su jugadora. “Yo lo que siempre intento hacer con mis jugadores es darles un enfoque dentro de la cancha, que tengan claridad de lo que están buscando y que sepan para qué son buenos”.
Esa perspectiva táctica-mental hoy es una constante de la nacida en Toronto que ya suma 17 victorias bajo la tutela del mexicano y que la han llevado a volver al Top75, por primera vez desde 2012. Consiguiendo como mejor resultado esta semana la semifinal del Abierto Tampico ante Magda Linette.
Pero para entender los resultados de la canadiense de 31 años, es necesario comprender como ha sido el trabajo y la preparación de Echagaray en los últimos años y lo que lo llevó a buscar una oportunidad como esta.
El entrenador mexicano ve como su principal virtud el ser exjuagdor, “deje de jugar y luego luego empece a trabajar con Marie Pelletier, que era una doblista canadiense, y sin duda te abre oportunidades para después empezar en este tipo de eventos. Pero creo he evolucionado mucho desde entonces”.
Parte de esa preparación profesional, tenística y académica la ha realizado a través de las certificaciones impartidas por la ITF (Federación Internacional de Tenis) y que hoy lo avalan como entrenador Grado 2, en espera de poder completar el módulo 3. El más alto que tiene la organización rectora del tenis.
Pero más allá de tener los conocimientos, las herramientas y el material de trabajo. Echagaray destaca la comunicación y la psicología deportiva como lo esencial en su metodología de trabajo. “Yo creo el tema mental pude crear una gran diferencia, no solamente en cómo ellos (los tensitas) manejan este aspecto en competencia, sino como uno puede hacer mejor su trabajo con un poco de psicología deportiva. Cómo yo le comunico las cosas que quiero que mejore, cómo le comunico el planteamiento de los partidos, de la táctica. He tratado de hacer mi preparación lo más completa posible”.
Por lo que se describe como un entrenador que "no me gusta hablar tanto, trato de dar menos indicaciones, pero que en pocos enunciados pueda transmitir mi mensaje”. Justamente estas características lo han llevado a formar pilares en su filosofía de trabajo que se basan también en el liderazgo; ya que a partir de ahí “pueda convencer al jugador con base en cosas que sean creíbles y que tengan sentido, de elevarlo por un camino, con un plan establecido y sobretodo que sean mejores jugadores”.
La grave crisis que atraviesa el tenis mexicano no solo afecta a la formación de jugadores, sino también a todos los ámbitos que engloban al deporte blanco. De tal manera que los entrenadores mexicanos tampoco atraviesan un gran momento, por la "falta de una estructura”.
Ante esta situación Echagaray menciona la gran cantidad y calidad que tienen los entrenadores mexicano, pero al no haber una base sólida que permita su trabajo es difícil el generar personal. “Por ejemplo en Canadá -que tengo el ejemplo muy cercano- sí hay varias personas trabajando para los equipos nacionales de tiempo completo, todo el año, y eso significa que van a tener un mejor seguimiento, que van a tener mejores campamentos de entrenamiento”.
Con base a su experiencia como jugador y ahora como entrenador, la clave del éxito de un sistema de entrenadores no va más allá del crear una plataforma de desarrollo que compagine a los entrenadores con los jugadores.
Pero para eso es necesario que se invierta capital en el tenis y que cada quien se enfoque a su objetivo de trabajo, “sin duda eso es unas de las problemáticas es México. Debemos conseguir presupuestos para que los entrenadores y los niños puedan trabajar tranquilos, no es nuestro trabajo conseguir sponsors, ni el conseguir las canchas”, sentenció .