Al séptimo partido en ventaja, los Tigres vieron la luz. Y es que durante el presente torneo los últimos minutos de los partidos han sido un verdadero infierno para la oncena felina.
En esta ocasión, los Santos de la Comarca Lagunera fueron la víctima con la que los pupilos del "Tuca" expiraron su particular malaria.
Un centro de Gignac que clavó en su propia meta Acevedo fue el primer zarpazo de los Tigres, que venían de hacer un buen juego ante León pero sin mucha fortuna.
Durante los primeros 45 minutos, el encuentro fue entretenido y con alternativas para ambos bandos, pero en el segundo tiempo todo fue del lado guerrero; aún más con la incursión de Walter Gael Sandoval, quién desarrolló oportunidades interesantes para los laguneros.
Cuando, por el asedio blanquiverde, se pensaba en una decepción felina más, el "Diente" López clavó el segundo zarpazo que devuelve a los universitarios a la senda del triunfo.
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